Siega Verde, el gran yacimiento paleolítico salmantino, tiene grabadas en sus lajas de esquistos y pizarras dos figuras que algunos expertos identifican como bisontes. Un mensaje de la prehistoria que confirmaría la presencia a finales del Paleolítico de este animal más al sur de donde le sitúan hoy algunos.
La memoria borrada por la cultura neolítica que cayó sobre nosotros hace 6.000 años nos impide saber quiénes éramos, aunque ahora tal vez el ADN nos permita adivinar la distribución exacta de las especies.
No obstante, 6 millones de vacas de origen asiático pastan en España sin que nadie se rompa las vestiduras. Démosle una oportunidad a la vaca jorobada europea, la única de este continente que nos quedó viva.